EL TELEGRAFO
La palabra telégrafo proviene de las palabras griegas tele que significa lejos y grapho, escribir. Su significado es “escribir a distancia”.
La aparición del ferrocarril a principios del siglo XlX creó la necesidad de enviar mensajes con gran rapidez. La corriente eléctrica acababa de ser descubierta y el primer método para utilizarla en la transmisión de mensajes fue el telégrafo. Los primeros equipos eléctricos para transmisión telegráfica fueron inventados por el estadounidense Samuel F. B. Morse en 1836, y al año siguiente por el físico inglés Charles Wheatstone en colaboración con el ingeniero sir William F. Cooke. El telégrafo eléctrico fue el primer medio de acción veloz en las comunicaciones. Permitió una comunicación instantánea, dejando de lado las distancias geográficas, constituyéndose de esta manera en la base de toda la evolución posterior de las telecomunicaciones. Este invento aconteció a mediados del siglo XIX.
El origen de la telegrafía eléctrica se ubica en aquella botella de Leiden que utilizó el físico inglés Stephen Gray para transmitir a través de un pequeño cable una corriente eléctrica, a una distancia aproximada de 300 metros.
En 1812, Sommering construyó un telégrafo eléctrico de características similares a la idea de Ampere. Tenía 35 circuitos diferentes y transmitía el mensaje letra por letra. Esto hacía que la lentitud de transmisión fuera enorme, motivo que hizo desaparecer por completo y en muy poco tiempo a su invento.
En el siglo XIX tuvieron lugar dos descubrimientos que fueron trascendentales en ese aspecto. Uno fue el electroimán y el otro, el "relé" de Morse, que permitió que circuitos independientes sucesivos transmitieran una señal a distancias indefinidas.
Morse se dedicó entonces a construir un telégrafo. Conoció a Joseph Henry, quien le enseñó su invento llamado "imán intenso", el cual construyó con vueltas de alambre delgado cubierto de seda y le comunicó la idea de relés intermedios, que restauraran la potencia de una corriente que desfallecía conforme aumentaba la distancia.
El primer modelo telegráfico que desarrolló el inventor fue presentado en el año 1835. Luego de esta presentación, Morse logró perfeccionar su código de señales, en el que se empleaban dos señales eléctricas: una corta o punto y otra larga o raya. Las letras del alfabeto de este código Morse son todas resultantes de una combinación distinta de esos puntos y rayas. Este código, muy similar al código binario de unos y ceros, llegó a popularizarse mundialmente como "Clave Morse" y es utilizado hasta hoy en día.
Algunos años después de que Morse hubiera desarrollado su equipo receptor, los operadores telegráficos descubrieron que resultaba posible diferenciar entre los puntos y las rayas por el simple sonido, cayendo en desuso el aparato de registro de Morse. Sin embargo, los demás principios básicos de su sistema se siguieron utilizando en los circuitos de telegrafía por hilo.
Con el desarrollo del telégrafo eléctrico se dispuso, por primera vez en la historia del Humanidad, de un sistema de telecomunicaciones que, a diferencia de los telégrafos ópticos que lo precedieron, estaba disponible 24 horas al día, independientemente de las condiciones climatológicas.
En nuestro país, el 13 de noviembre de 1950, Don Juan de la Granja, quien posteriormente fuera el primer Director de Telégrafos en México,
El 5 de noviembre de 1851 se inauguró la primera línea telegráfica con una longitud de 130 kilómetros, entre la ciudad de México y Nopalucan, Puebla, con una inversión de 12,000 pesos.
En 1915 se implantó la telegrafía múltiple, que permitía el envío simultáneo de ocho o más mensajes.
Ésta y la aparición de las máquinas de teletipo, a mediados de los años veinte, hizo que se fuera abandonando progresivamente el sistema telegráfico manual de claves y que se sustituyera por métodos alámbricos e inalámbricos de transmisión por ondas de radio.
Debido a la evolución tecnológica, el código Morse está cada vez más en desuso. Desde hace algunos años, se ha ido reemplazado por sistemas digitales y satelitales de comunicación y posición.
El 31 de enero de 1997, la Guardia Costera Francesa transmitió su último y poético mensaje en el código: “Atención todos. Este es nuestro último grito antes de nuestro silencio eterno”.